El sábado 8 de enero del año pasado, en la jornada que actuaba Soledad, un joven de Jesús María que vivía en Guiñazú murió a causa de una herida de arma blanca.
En el trascurso de los días, comenzaron a sumarse detenidos que participaron de la riña. La mayoría de ellos son menores de edad por lo que desde el principio fue un tema de debate.
Desde ese momento la mamá de Agustín, Vanesa Arrieta, sostuvo que la única forma de conseguir justicia era modificando la ley vigente para que sean juzgados.
En el primer aniversario del crimen, hubo una marcha para recordarlo y volver a insistir en el avance de la causa judicial.