AUDIO | Jorge Contessi, hotelero de Colonia Caroya.
La cancelación del Festival es otro duro golpe para el sector hotelero, paralizado durante gran parte del año a causa de la pandemia de la COVID-19. Para está época los establecimientos suelen tener un 80% de reservas para la quincena festivalera, en esta ocasión el porcentaje es ínfimo.
«Para nuestra actividad es un golpe fuerte porque significaba la cosecha de cada año. En el Festival se trabaja muy bien y se aplican tarifas de temporada. Esto significa que este año no tendremos recaudación extra para paliar los meses más bajos», señala Jorge Contessi
Las esperanzas están puestas en las potenciales vacunas. Si estas funcionan impedirían el desarrollo de una segunda ola de COVID-19, lo que significaría otra dura situación para los trabajadores de la actividad hotelera. Hay otro aspecto alentador. Al corto plazo, llegan visitantes que pasan por la Ruta 9 y deciden hacer una pausa en el viaje.
Respecto a las tarifas, se barajan los mismo valores que a principio de año, siendo imposible aumentarlos dada la baja demanda.
El comportamiento de los turistas también será un factor a considerar, muchos planificarán sus viajes con pocos días de antelación y por lo tanto es posible que no haya reservas previas.
«Es un verano raro, sin antecedentes», agrega Contessi.
Los establecimientos del sector han implementado una serie de protocolos, esto permitió recibir hasta el momento personal esencial. Entre las inversiones demandadas se destacan: cobertores para colchones, mamparas para puestos de recepción, sistema de limpieza especial para sábanas, nuevos hábitos de limpieza y ventilación de habitaciones, retiro de alfombras, espacios especiales para desayunos, etc.
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