La arqueóloga y antropóloga Bernarda Conte, explicó la importancia de la colección Jorge del Prato, resguardada en el Museo Luis Biondi.
El impacto del hallazgo realizado por el investigador Rodrigo Nores y su equipo del CONICET, que reveló un linaje genético de 8.500 años en el territorio que hoy ocupa Jesús María, tuvo eco incluso en publicaciones internacionales. Detrás de ese descubrimiento también hay un valioso trabajo local: el de la colección arqueológica de Jorge del Prato, conservada en el Museo Luis Biondi.
En diálogo con Radio Jesús María, Bernarda Conte —arqueóloga jesusmariense y personal técnico del Instituto de Antropología de Córdoba (CONICET)— destacó la relevancia de ese acervo:
“Jorge del Prato fue un aficionado apasionado por la arqueología. Llevó adelante excavaciones en Jesús María, Colonia Caroya y Sierras Chicas. El resto óseo en cuestión, datado en 8.500 años antes del presente, proviene del sitio La Cabaña, en la ribera del río, en la zona oeste de Jesús María”, explicó.
El material hallado por Del Prato entre las décadas del ’50 y el ’70 constituye una colección de más de 400 piezas: cerámicas, estatuillas, herramientas y restos óseos que dan cuenta de la vida de las comunidades originarias que habitaron la región. Muchos de esos objetos fueron donados y hoy están bajo resguardo municipal.
“Es muy importante que sea una institución pública la que conserve este patrimonio. Es nuestra historia como jesu-marienses”, subrayó Conte, quien trabaja actualmente en arqueología digital dentro del CONICET.
La investigadora recordó también que antes del trabajo genético hubo estudios sobre la dieta de los antiguos pobladores, que revelaron la presencia de animales como guanacos y ciervos, además de una flora diversa que caracterizaba el paisaje local miles de años atrás.
En el Museo Biondi, una de las salas está dedicada a exhibir parte de esta colección, mientras que otros objetos se mantienen en reserva para su conservación.
“Ojalá este hallazgo sirva como una puerta de entrada para que se siga hablando de Jesús María como una zona arqueológica, con historia propia y con muchísimo por descubrir”, concluyó Conte.
De las primeras rimas en Jesús María a los escenarios de Córdoba y Buenos Aires, transformó su pasión por el rap en una carrera con identidad propia. Su compromiso con la escritura y el trabajo comunitario le valieron un reconocimiento en los Premios Tierra.
Tenía 36 años y se encontraba realizando labores de mantenimiento cuando perdió el equilibrio y cayó desde una altura considerable. La Fiscalía solicitó cooperación de policía judicial.