La Fundación La Huella creó en 2018 esta propuesta educativa que busca establecer una nueva mirada a la hora de aprender. Hoy la escuela funciona en Chacra de Luna mientras avanza en su edificio propio.
“Lo que proponemos es una escuela activa, viva y que todos los días el niño viva experiencias que le permitan enriquecerse en todos los aspectos”, sintetizó su directora, Anabel Uanino.
La nueva edificación estaría culminada en febrero de 2024. En la actualidad, está colocando los techos empleando lana de oveja como aislante en lugar del telgopor o fibra de vidrio.
La construcción demandó 15 jornadas de trabajo comunitaria hasta el momento donde los padres tienen un rol activo de colaboración además de empresas que acercaron materiales donados.
Sumado a este novedoso recurso, además utilizaron alrededor de 70 mil botellas con las cuales elaboraron fardos. Los alumnos también ayudaron en la fabricación.
“La obra no genera residuos y al contrario, junta residuos como los envases PET que son el aislante térmico de las paredes”, explicó Emilse Vettori, representante legal de la institución.