Una jornada en la que reinó la preocupación por la gran columna de humo que era visible desde varios kilómetros. Las llamas comenzaron a extenderse y llegaron a pocos metros de las viviendas de Barrio Malabrigo.
Trabajaron cerca de 60 bomberos voluntarios de Jesús María, Salsipuedes, La Granja y Deán Funes. También se sumó personal de la ETAC y el Plan Manejo del Fuego, agentes municipales de Defensa Civil y Servicios Públicos de Jesús María y Colonia Caroya.
Además, arribaron dos aviones hidrantes de la provincia coordinados por la Secretaría de Gestión de Riesgos con colaboración de camiones de integrantes de Gendarmería Nacional, Móvil 3 y la policía de la provincia de Córdoba.
Durante toda la tarde, las ocho dotaciones estuvieron en el lugar hasta contener el incendio cerca de las 18 horas. En horas de la noche, la guardia de cenizas quedó a disposición para evitar que las llamas retornen.