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Residente de Córdoba, la joven es docente del Instituto de Educación Técnica Nº 85, de General Paz. Por su gran compromiso con la educación, quedó preseleccionada entre los 50 docentes destacados a nivel mundial.
En diálogo con Radio Jesús María contó cómo llegó a convertirse en candidata. Al comienzo, se contactó con una fundación para realizar capacitaciones y disponer de algunas herramientas didácticas virtuales para modalidad remota.
En ese lapso, encontró un flyer convocando a docentes para inscribirse y luego de comentarlo con su directora, se apuntó para participar en la edición.
Mediante una exhaustiva encuesta con preguntas puntuales, Gisela dió a conocer la dinámica de todo el trabajo educativo que llevan adelante en la escuela y su trayectoria personal. Luego de pasar por más de una entrevista, fue elegida hasta llegar al top 50.
“Es un efecto multiplicador. Una sola persona, es difícil que lleve a cabo este proyecto que llevamos adelante. Necesitás de las gestiones institucionales de la escuela y de todo el equipo. Es un mérito de todos”, aclaró Gisela.
La docente apasionada por su labor, reveló que hay muchos factores que ayudan a que sus estudiantes se sientan “plenos aprendiendo”.
Una de las condiciones es involucrar a los niños en sus procesos de aprendizaje, de manera que puedan tomar decisiones por sí mismos: “nosotras somos guías, ellos se detienen sobre lo que les interesa, tienen que decidir qué se hace y planificar sus actividades».
Explicó que los alumnos están acostumbrados a recibir órdenes sobre lo que tiene que hacer, cuando el objetivo es brindarle confianza, para que se desenvuelven y se sientan parte de los saberes y el conocimiento.
Se definió como una apasionada de la profesión docente y consideró que ejercer con amor “se transmite y es contagioso”. Con un mensaje humilde y esperanzador, la candidata refirió que todo aprendizaje y éxito es producto de errores en el camino.
«Al cometer errores se aprende y eso no te lo quita nadie. Hay que experimentar en el error para encontrarle la vuelta y es motivador para aprender”, refirió.
Comprometida con la educación, Gisela viaja todos los días desde Córdoba hacia General Paz, para enseñar en la pequeña escuela del Ipet 85. Reveló que la institución es su segundo hogar y manifestó tener un gran cariño por todo el equipo y alumnos:
“Es difícil abandonar un lugar que uno considera su casa. Amo la escuela, a la comunidad escolar y a los estudiantes. Es difícil pensar en salir de la escuela”, manifestó con seguridad.
Si bien es consciente de su crecimiento profesional y hasta aceptó una vacante como coordinadora en Córdoba, dejó claro que no va a dejar de trabajar en la escuela de General Paz. Sostuvo que en caso de ser la ganadora, utilizará parte del dinero en una restauración edilicia del centro educativo:
“ Lo veo utópico pero nadie te quita la posibilidad de soñarlo. Nuestra escuela es precaria en lo edilicio (…) uno de los sueños es poder colaborar con el edificio institucional, para ver las mejoras necesarias y quien te dice, un edificio nuevo”, finalizó.
Dentro de su importante trayectoria, con sólo 32 años, fue elegida por el Ministerio de Educación de la Nación, como la “maestra ilustre 2018” por su labor en el IPET 85 de Estación General Paz. Un año después, fue distinguida dentro de los diez jóvenes sobresalientes de la Bolsa de Comercio de Córdoba.