Los trastornos del sueño han aumentado en el marco de pandemia de la COVID19 y el aislamiento social preventivo y obligatorio. Insomnio, dificultad para dormir o despertares recurrentes durante la madrugada alteran la calidad del descanso.
AUDIO | Santiago Sosa, Lic. En psicóloga.
Las consecuencias de una mala noche son evidentes en el modo vigilia: malhumor, malestar, fatiga, falta de concentración, etc. El sueño permite procesar las emociones del día, si la falta de descanso persiste tendremos dificultades con familiares o en el trabajo.
Consejos
- Crear una rutina para incentivar el modo «sueño». Una hora antes debemos hacer actividades relajantes para que el cuerpo y la mente descansen.
- Tomar la habitación como un santuario del sueño. No tiene que ser un lugar desordenado, tampoco se debe discutir allí. Hay que evitar ver televisión y mucho menos noticias, se recomienda usar luz tenue.
- No usar la cama ni para comer ni para trabajar. Solo se debe usar para dormir.
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