Con información del Semanario Primer Día y #RJM
AUDIO | Bernarda Conte, arqueóloga.
Desde 1990, la Municipalidad de Jesús María y el Museo Jesuítico Nacional resguardan una colección arqueológica invaluable rescatada por el arqueólogo amateur de Jorge del Prato.
La colección se compone de 400 piezas extraídas entre 1951 y mediados de la década de 1970, perteneciente a pueblos originarios que habitaron nuestra zona.
A principios de los 90 la Municipalidad le compró a Del Prato, los derechos de autor de una monografía con información sobre la estancia La Guardia de Colonia Caroya, el descubrimiento de un asentamiento de pueblos originarios en “La isla” de Jesús María, y un mapa del río Jesús María donde detallaba los lugares en los que encontró restos arqueológicos. También vendió 450 objetos. Todo por 6 millones de australes que en esa fecha permitían comprar 1047 dólares. Con la inflación que tuvo la moneda americana desde ese entonces en nuestro país, la cifra a valores de hoy sería de 2085 dólares.
“Tener un material que proceda de tu misma tierra te permite conocer quiénes habitaron tu espacio y poder hablar de las comunidades originarias que habitaron tu ciudad y ver los pasos que se fueron dando en la historia. Si uno ve los cuadernos de campo de (Jorge) Del Prato ve que se trata de espacios que se siguen utilizando y caminando”, comenzó diciendo la arqueóloga Bernarda Conte, convocada desde el Museo de la Ciudad Luis Biondi para ayudar a revalorizar la colección de 450 piezas que pasaron de manos del arqueólogo amateur Jorge del Prato al municipio en 1990.
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