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Loteos: Cómo es la regulación en Caroya y Sinsacate

► Desde hace varios años, ambas localidades apelan a la plusvalía en el caso de que haya una modificación en el uso del suelo de un proyecto inmobiliario. ► En Colonia Caroya el loteador debe dejarle el 15% al municipio y en Sinsacate el 10%. ► Los terrenos que suman las municipalidades se utilizan para fines comunitarios.
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AUDIO | Arq. Adrián Zanier, Secretario de Obras, Servicios Públicos y Viviendas de Colonia Caroya.

 

Este miércoles, el Concejo Deliberante de Jesús María aprobó por mayoría la ordenanza de “Renta Diferencial Urbana” (RDU). Al autorizar el cambio en el uso del suelo de un emprendimiento inmobiliario, el municipio podrá acceder a recursos.

La oposición, precisamente del bloque de la Unión Cívica Radical, manifestó que esta normativa incrementa el precio del loteo y ahuyenta a los inversores. 

Los antecedentes regionales indican que Jesús María era la única ciudad de la zona que no contaba con esta reglamentación.

En el caso de Colonia Caroya, en el año 2013 se aprobó la ordenanza que implica que toda urbanización que se empieza a desarrollar debe dejar el 15% del suelo limpio al municipio. Esto será destinado «banco de tierras» que puede ir a plazas públicas o terrenos para viviendas.

Si el pedido de la modificación del suelo es una subdivisión simple, el propietario del terreno puede hacerlo a través de un aporte económico y va a un «fondo ecológico municipal».

El Secretario de Obras y Servicios Públicos de Colonia Caroya, Arq. Adrián Zanier, sostuvo que se trata de un valor que está preestablecido ya que » la ganancia que tiene el desarrollista por hacer un cambio en el uso del suelo no puede ser que el Estado no vea nada de eso producido», expresó.

Zanier manifestó que catastralmente la Municipalidad tiene más de 70 terrenos, accedidos a través de ese 15%, y que luego forman parte del programa Terra Nostra.

«El Estado es el que produce la tierra. Para el Estado mantener una calle, alumbrarla, instalar una escuela hace que el valor del suelo aumente exponencialmente. El desarrollista toma ese suelo vacante y lo produce a nivel inmobiliario», precisó.

Desde el año 2005, Sinsacate cuenta con una ordenanza similar. Para los loteos que superan la hectárea, la Municipalidad le cobra al desarrollista un 10% del terreno (5% para espacios comunitarios y un 5% para espacios verdes).

Según indicó el Secretario de Obras Privadas, Arq. José Cresta, esos terrenos luego son utilizados para la construcción de viviendas sociales. Aclaró que en el caso de que estén ubicados en un barrio residencial, el loteo se vende y con ese importe se compra otros terrenos para ubicar a todas las casas en un mismo sector.

 

 

 

(Foto: Ilustrativa. Semanario Primer Día).