Feligreses de todas partes del mundo se convocaron en la explanada del Centro Cívico del Bicentenario para celebrar la Beatificación de Catalina de María Rodríguez.
Conmovidos por la emoción que les genera este momento, fieles de Salta, Santiago del Estero y Mendoza, acompañaron a la provincia de Córdoba en esta ocasión. También, seguidores del mundo entero llegaron desde Chile, Costa Rica, Benín -África- y se hicieron presentes para demostrar su Fe hacia la actual Beata cordobesa.
La sanadora e histórica Misa, que emocionó a los asistentes, dejó en nuestra provincia testimonios enriquecedores y fascinantes de quienes en consideran a Catalina como una huella imborrable en su vida.
La palabra de los fieles
Desde España, Dulce María llegó a Córdoba entusiasmada por presenciar esta ceremonia. Durante su relato, remarcó que hoy es un día muy especial para ella ya que lleva trabajando en el Colegio de Jesús de su país más de 30 años. “Por fin se reconoce a Madre Catalina como la figura de una mujer luchadora, entregada a su obra y libre. En estos tiempos en que la mujer sigue siendo maltratada y despreciada me parece maravilloso”, destacó nuestra visitante.
Por su parte, Ana, española que también nos acompaña, comentó que debido a las cuatro horas de diferencia era complicado que nuestro país hermano disfrute de la beatificación en vivo, por lo que decidieron realizar sus propias ceremonias. Habrá una eucaristía y seguidamente, se retransmitirá la misa.
María José, es cordobesa y hace 28 años forma parte de la congregación de la Madre Catalina. Ella, asentó sus bases en África, donde realizan una obra magnifica. Su rol se desempeña en pequeñas aldeas que limitan con Nigeria y allí, junto a un grupo de misioneras, despliegan su amor para servir a la comunidad. Algunas de sus tareas se enmarcan en la escolarización de los niños y formar a sus madres en cuestiones alimentarias ayudando a prevenir la desnutrición. Además, luchan por obtener y potabilizar el agua para quienes allí conviven y, finalmente, acompañan a los cristianos que se encuentran en el lugar.
Chile, el país vecino, se hizo presente. Así lo confirmó Angélica que viajó desde Copiapó para festejar a la nueva beata. Entre sus plegarías, pidió especialmente por la sanación de su nieto -quien se encuentra con un estado de salud delicado- y agradeció a toda la congregación de Catalina por abrirle las puertas.
La palabra de Iliana fue la que nos llegó al corazón. Entre lagrimas y emoción comentó que llegó desde Salta para pedir por sus alumnas, los padres de sus alumnas y por aquellas personas que necesitan de ‘la mano de Dios en este momento’. “Para mi, el corazón de Jesús es lo más importante que hay. La madre Catalina nos representa en oración, en nuestro hacer diario, es muy hermosa. Es muy milagrosa, todo lo que se le pide lo cumple, vivo este momento con una inmensa alegría”, finalizó.