Federico Bravo tiene hoy apenas 23 años y sin embargo su trayectoria futbolística ya da cuenta de clubes famosos en el mundo y de ligas competitivas.
Pero hay un dato que quedará para siempre en la historia: fue el primer jugador de Jesús María en la historia en jugar oficialmente para el Club Atlético Boca Juniors.
Humilde y reconocido en el ambiente, disfruta hoy de unas vacaciones mientras se prepara para volver a jugar una temporada más en el Panetolikos de la Super Liga de Grecia.
Bravo comenzó en Alianza de Jesús María con el profesor Daniel Orozco, de quien tiene el mejor de los recuerdos. «Daniel me dió una gran oportunidad, pero sobre todo me enseñó valores para formarme cómo persona y eso es muy destacable» dice Bravo
Luego, siendo un niño con tan sólo 10 años, cambió de colegio para poder entrenar por la tarde en Córdoba. Se fue de Racing de Nueva Italia. «Fue un cambio muy duro. Deje mis compañeros para ir a otro colegio; pero yo sabía desde chiquito que quería ser futbolista y no iba a parar hasta lograrlo.
SU LLEGADA A BOCA JUNIORS
» Tenía quince años, recién cumplidos. Me llamaron para hacer una prueba en Boca y cuando fui fallece Pedro Pompilio. La prueba se canceló y la fecha nueva que tenía coincidía con una prueba que tenía para River Plate» cuenta Bravo.
Tras juntarse con el papá, analizaron la situación y tomaron una decisión: «Con mi viejo les dijimos a los dirigentes de Boca, que no podíamos venir a la próxima prueba porque ya me había comprometido con River. Sin embargo, desde el club nos aseguraron que ibamos a quedar. Entonces, no lo dudamos» contó Bravo.