Alejandra, la mamá del joven atropellado durante el cortejo fúnebre de Milagros Utrera, brindó un crudo testimonio sobre el violento hecho que dejó varios heridos y mantiene a su familia en una compleja situación legal y económica. El episodio ocurrió el domingo 9 de noviembre en Paso de los Andes, cuando una mujer al volante de un Ford Ka embistió a varias personas y luego se dio a la fuga, para terminar chocando contra un acoplado a pocas cuadras.
El cortejo acompañaba a Milagros Utrera, la joven que fue atropellada y asesinada en Colonia Caroya el sábado 8. Días atrás, Radio Jesús María había recogido también el testimonio de Paola Quinteros, quien permanece inmovilizada y a la espera de una prótesis tras ser atropellada en este mismo episodio.
Una escena de caos y desesperación
Alejandra recordó que ella y su familia viajaban en caravana, a pocos metros de ingresar al Cementerio Parque, cuando fueron violentamente impactados desde atrás. Su hijo, quien manejaba, sufrió un traumatismo leve y un ataque de nervios.
“Sentimos un choque muy fuerte desde atrás. Mi hijo se bajó para ver qué había pasado y la conductora, que ya tenía el parabrisas roto, se lo llevó por delante”, narró. El joven logró saltar y evitar lesiones graves: “Si no hubiera tenido esa habilidad, no sé qué podría haber pasado”.
Detrás del vehículo viajaban otros familiares, quienes también sufrieron lesiones menores. Alejandra afirmó que en ningún momento la conductora se acercó a brindar ayuda. Por el contrario, se dio a la fuga, y una camioneta que venía detrás la siguió hasta que terminó chocando contra un acoplado.

Una escena insólita en el hospital
La mujer fue trasladada al Hospital Vicente Agüero, al igual que las víctimas. Alejandra describió un momento surrealista: su hijo y la conductora quedaron ubicados en camillas contiguas.
“Mi hijo le preguntó por qué había provocado tanto daño. Él estaba con una crisis nerviosa y mucho dolor”, contó.
Consultada sobre versiones que hablaban de agresiones en el hospital, Alejandra aclaró que no hubo ataques físicos, aunque sí expresiones de impotencia por parte de familiares de Paola Quinteros.
El auto secuestrado y una familia sin respuestas
La situación judicial mantiene a la familia en un escenario incierto. El vehículo de Alejandra fue secuestrado para pericias, ya que la causa está caratulada como «intento de homicidio». Esto los dejó sin movilidad para trabajar y con gastos inesperados.
“No sabemos si la mujer tiene seguro, nadie se presentó. Estamos gastando en remis, mi hijo perdió días de trabajo y no sabemos cuándo nos van a devolver el auto”, afirmó.
Un hecho extremo en medio del dolor
El episodio se produjo en el marco del funeral de Milagros Utrera, fallecida un día antes en otro siniestro vial. Alejandra remarcó la paradoja de vivir una nueva tragedia en medio del acompañamiento a una familia devastada.
“Íbamos a acompañar a una mamá que perdió a su única hija. Y terminamos viviendo un hecho de película, pero real y muy triste”, expresó.