La Plaza Pío León se convirtió esta semana en un gran taller a cielo abierto, donde seis escultores de distintos puntos del país trabajan en sus obras como parte del tercer Encuentro de Escultores de Jesús María. Esta edición tiene una particularidad: todas las piezas se realizan íntegramente con metal reciclado.
La iniciativa, impulsada por el Área de Cultura de la Municipalidad, busca homenajear los 60 años del Festival Nacional de Doma y Folklore y poner en valor el rol fundamental del trabajo voluntario y las cooperadoras escolares en su historia. Las esculturas en proceso reflejan ese espíritu solidario que dio origen a la fiesta popular más importante del país.
César Rizzi, coordinador del área, explicó que este año se eligió trabajar exclusivamente con metal: “Son recortes de chapa, rezagos donados por empresas, chatarra. Todo reciclado”. También destacó que la consigna que se dio a los artistas no fue libre: “Cada escultor presentó un proyecto con diseño y concepto, y desde Cultura se hizo una selección previa”.
Entre las y los artistas, se encuentra Priscila López, escultora de Saldán, una de las pocas mujeres que trabajan con este tipo de materiales. Su obra representa la unión entre un caballo y un libro, y busca simbolizar la fuerza del cooperativismo y el rol del Festival en las donaciones a las escuelas. Además, su obra tendrá una intervención colectiva: “Una pintora local, Katy Bainotti, va a sumarse para pintar partes del libro, y también vecinos podrán dejar sus huellas en las páginas”, contó.
Los trabajos estarán expuestos hasta este jueves, día en que se realizará una presentación especial. Hasta entonces, los vecinos pueden acercarse a disfrutar del proceso creativo en vivo y ser parte de esta propuesta artística que transforma la chatarra en un legado cultural.