Desde Roma, el senador italiano Mario Borghese dialogó con Radio Jesús María y confirmó que un reciente fallo en Campobasso, Italia, reconoció la ciudadanía a una familia ítalo-americana de cuarta generación. Aunque se trata de un caso aislado y será apelado por el gobierno, el precedente reaviva el debate sobre los límites del nuevo decreto impulsado por la primera ministra Giorgia Meloni.
La normativa, que generó una fuerte polémica, restringe el acceso a la ciudadanía solo a hijos y nietos de ciudadanos italianos, dejando afuera a las generaciones más lejanas y poniendo fin al principio de ius sanguinis (derecho de sangre), que hasta ahora permitía el reconocimiento a bisnietos y tataranietos.
En paralelo, Borghese anunció que fue aprobada una enmienda legislativa que permitirá a los ciudadanos italianos en el exterior transmitir su ciudadanía a hijos menores, incluso si no habían sido registrados al nacer. La medida, que debe ser ratificada antes del 27 de mayo, impacta positivamente en países como Argentina, donde se estima que cada año nacen unos 35.000 hijos de ciudadanos italianos.
Con esta reforma, se busca evitar que se interrumpa la transmisión del derecho de ciudadanía en las familias italianas del exterior. Borghese anticipó que seguirán trabajando para extender los beneficios a las terceras, cuartas y quintas generaciones, ya sea por vía legislativa o judicial.
Finalmente, el senador también se refirió a la reciente elección del papa Leone XIV y destacó el fuerte vínculo cultural y humano que une a Italia con Argentina, especialmente en regiones como el norte cordobés, donde la comunidad italiana tiene una presencia histórica muy fuerte.