Los empleados judiciales de Córdoba reclaman una recomposición salarial que se les adeuda desde 2013. Denuncian que sus sueldos están entre un 40% y 50% por debajo de lo que establece la ley, y muchos no alcanzan a cubrir la canasta básica. Un ingresante gana unos $626.000, cifra que en algunos casos no supera la línea de indigencia.
También alertan sobre la fuga de personal (renuncian unos 15 empleados por mes) y que, pese a estar altamente calificados, sus salarios no se ajustan a esa preparación. Aunque hubo una reestructuración que equipara cargos con la Justicia Federal, no tuvo impacto económico real.
El reclamo lo lideran 1.200 empleados autoconvocados. Entre otros puntos, también exigen mejoras en la obra social APROS y una revalorización del título universitario. Este viernes decidirán en asamblea si inician un paro de 72 horas la próxima semana.
Como parte de la protesta, hubo una manifestación frente a la sede de tribunales de Jesús María.