Dos hermanas que residen en una zona rural de Colonia Caroya, en calle 10 entre 48 y 124 denuncian haber sido víctimas de hostigamiento diario desde febrero de este año. Bárbara y Claudia Lunari, quienes viven junto a su madre de 71 años, aseguran que los ataques provienen de los inquilinos de departamentos vecinos y niños, quienes las han señalado la vivienda como «La casa de la bruja», motivo por el cual las agreden constantemente.
Las hermanas describen su estilo de vida como ermitaño, lo que creen que ha sido el detonante de la discriminación. La familia vive de manera modesta, sustentándose con la jubilación de su madre, y la casa en la que habitan presenta deterioros debido a la falta de inversión en mejoras edilicias por cuestiones económicas.
Desde el inicio de los ataques, que siguen un patrón metódico —comenzando a las 15 horas y repitiéndose varias veces hasta la madrugada—, han formulado dos denuncias ante la justicia, una en junio y otra en septiembre, y planean una tercera. Los hostigamientos incluyen rotura de vidrios, insultos y ruidos molestos que se extienden hasta las 3 de la mañana.
«Estamos cansadas de que nos hostiguen y nos agredan. No salimos ni hablamos con nadie», manifestaron las hermanas, quienes viven en constante preocupación debido a esta seguidilla de ataques.
Este es el testimonio en nuestro medio: