Este jueves, Sebastián fue a dejar su hijo al Colegio Semanario cuando recibió la llamada de su hija adolescente que le avisaba que un hombre desconocido tocaba timbre.
Preocupado, regresó rápido a su casa y allí vió a una persona con mitad de su cuerpo adentro de su patio intentando trepar la tapia. Bajó corriendo de la camioneta y gritó al ladrón.
En ese instante, otro hombre saltó el muro y los dos delincuentes corrieron hacia un Peugeot 208 gris que los estaba esperando. Pese al intento de Sebastián y otro vecino, no lograron detenerlos.
“La sensación es que están a la pesca, dando vueltas. Viendo quién se va, quién se va y quién llega», expresó.
Por otro lado, Marcelo vivió una situación similar. Contó que los residentes del barrio se unieron para prevenir y mantuvieron diálogos con la policía para evitar nuevos hechos.
«Si bien esto pasa en todos lados, la verdad que acá se ha incrementado notablemente». manifestó.