A poco de dar un paso al costado al frente de la institución, el médico amplió los motivos de su salida. Entre las razones mencionó las denuncias en su contra «organizadas entre varios para producir daño».
Además, contó que recurrió a las autoridades policiales en varias oportunidades para pedir investigaciones sobre graves episodios tales como daños en el sistema de gas que lleva oxígeno y aire comprimido a los pacientes.
También recordó la desaparición ya sea de gasoil del grupo electrógeno o, pandemia mediante, de tubos de oxígeno. Zoldano caratuló a estas situaciones como «boicots» que pusieron en riesgo la salud y que, pese a los esfuerzos, no pudo individualizar a los autores.
«Yo no puedo estar exponiéndome a que alguien venga, rompa algo y le pase algo a alguien», afirmó.
Otro hecho que recordó el ex director fue que, en varias oportunidades, médicos no querían atender pacientes o el caso de un profesional que sacó licencia psiquiátrica en lo público y trabajaba en lo privado.
Tras este cúmulo de acontecimientos, él y el Ministerio de Salud acordaron de manera conjunta su alejamiento. «No estoy atornillado en ninguna silla, no tengo aspiraciones políticas”, manifestó.
«Me voy tranquilo, seguramente algún error pudo a ver habido, pero fue involuntario”, remarcó. En cuanto a avances, declaró que «había cosas que no hacían hace 20 años» y que en su gestión se introdujeron áreas nuevas como la asesoría letrada.
«Dentro de ese desastre, manejando los números fríos uno tiene muestran que la pandemia se manejó de una manera adecuada y que se minimizó el impacto», analizó respecto al covid.