Durante tres jornadas, Colonia Caroya se convirtió en un corsódromo gigante. Comparsas, murgas, carrozas y disfrazados de toda la región participaron en los carnavales.
También hubo espectáculos en vivo, participaciones especiales y todo el colorido de una fiesta que ya es un clásico de la ciudad.
Más de 18 mil personas pasaron durante los tres días que culminó con la tradicional quema del Rey Momo.
Las escuelas que forman parte de la Comisión Nelly Hansen tuvieron la oportunidad de quedarse con lo recaudado de la venta de espuma y locales gastronómicos, lo que les permite acceder a recursos para afrontar de las actividades anuales.
Desde la organización se mostraron muy conformes con los resultados de lo logrado, después de dos años de no realizarlo por la pandemia del coronavirus.