La niña de ocho años, oriunda de San José de la Dormida padece de parálisis cerebral, síndrome de Pierre Robin y hemiparesia lo que genera un cuadro de salud complejo.
Debido a retrocesos en su diagnóstico, hoy requiere de una silla postural pediátrica a medida para que pueda regresar a sus actividades con cierta independencia.
«Hasta hace dos años atrás ella empezó a querer caminar de a pasitos y con esto de la pandemia, dejó de caminar», relató su mamá Génesis.
En ese momento, su familia paseaba a Catalina en un cochecito pero le dañó la espalda dejándola en posición fetal por lo que en la actualidad, requiere de un medio de movilidad adaptado a sus necesidades.
Mientras luchan porque la obra social cubra los gastos, le han prestado una silla provisoria que debe devolverse. «Hace más de un mes que no va al colegio porque no tenemos dónde ponerla», contó.
Los costos del equipamiento son altos ya que se cotizan en dólares, valor que también depende de los detalles personalizados para cada paciente. Génesis sostuvo que «el trámite tiene para rato y ella no puede esperar». Mientras lo burocrático está en pausa, analiza empezar a reunir fondos para avanzar en la compra.
Para colaborar, comunicarse al 351 867-7177