Con un desayuno junto a todos los chicos, Elba Zapata festejó su jubilación en el lugar al que dedicó más de dos décadas de su vida.
«Fue todo muy lindo, mucha emoción porque empezó a llorar una y lloraron todos», sostuvo. Desde los comienzos de este proyecto, Elba puso a disposición sus conocimientos para crear una salida laboral a jóvenes con discapacidad.
Sobre como fue el proceso, contó que «fue una tarea ardua pero muy linda». Agradeció a todas las personas e instituciones que formaron parte del camino de crecimiento.
Finalmente, en esta nueva etapa se dedicará a un emprendimiento familiar aunque destacó que seguirá acompañando al taller cuando así lo requieran.