Desde la materia lengua y literatura, alumnos junto con su docente diseñaron un proyecto al que bautizaron como «Aprendemos juntos».
La iniciativa consiste en cuatro encuentros en los cuales hay un «ida y vuelta» con quienes asisten a un merendero, en su mayoría mujeres en situación de violencia o diversas problemáticas.
Los jóvenes proponen lecturas de textos o análisis de canciones generando así debates. Tal como el nombre lo indica, el aprendizaje es recíproco.
Marcos Yrazoque, coordinador de la propuesta, contó que luego de la primera reunión «los chicos estaban muy emocionados» con los intercambios que se generaron. «La sociedad y la escuela son instituciones dinámicas y transformadoras», argumentó sobre el origen del proyecto.