AUDIO | Usuaria
Una estudiante tomó el colectivo unos minutos antes de las seis de la madrugada para ir a la facultad pero tiempo después, vivió una grave situación. El vehículo estaba repleto por lo que había personas que viajaban paradas.
El colectivo de la firma Ersa tuvo un problema mecánico y fue asistido por otra unidad. Debido a la gran cantidad de pasajeros hubo dificultades para trasladar a todos.
«El chofer dijo que no podía hacer nada, que no tenía la culpa y se lavó las manos (…) había una nena que estaba viajando a Córdoba para ser operada y el chofer no colaboró para decir que aunque sea la suban a ella», recordó.
Quedaron varados jóvenes y trabajadores, entre ellos un policía quien convocó a una patrulla para brindarles seguridad. En plena oscuridad y alejados de la zona rural, aguardaron la llegada de otro ómnibus pero no sucedió. Tras una hora, frenó un colectivo de otra empresa y los llevó a destino.
«La verdad que fue mucha bronca, mucha impotencia por cómo nos dejaron. Si nosotros pagamos el servicio, no tienen por qué hacernos eso», afirmó.