AUDIO | Anabel Uanino, directora
El espacio educativo que funciona en el predio de Chacra de Luna plantea otra mirada sobre la educación en la que las palabras familia y encuentro, son algunos de los pilares.
“Tomamos estos momentos difíciles y particulares como oportunidad. Nuestro proyecto en esta coyuntura cobra dimensión y pone en evidencia cosas que ya venimos haciendo como el salir, explorar, el aire libre”, expresó Uanino.
Su directora aseguró que muchas veces “el mundo adulto o la institucionalidad van coartando” las facetas innatas de los niños como la creatividad, el juego y la curiosidad y que, desde este espacio, buscan incentivar.
La propuesta “es una alternativa, ni mejor ni peor, es distinta”. Si bien están dentro de la órbita del Ministerio de Educación, el organismo no provee los recursos para poder pagar los sueldos en los primeros años.
Basados en esa limitación, se gestó la fundación en el año 2015 y con ella, la personería jurídica para buscar canales de financiamiento.
“No quisimos que la cuota sea algo excluyente”, afirmó Anabel. Además de las familias, había más fuentes de ingresos tales como talleres para otras escuelas o venta de productos en eventos, pero que por la pandemia fueron cancelados.
Debido a esta situación, toda la comunidad educativa se ha dispuesto a plantear opciones para mantener las puertas abiertas.
Uno de los caminos es solicitar colaboración a empresas de la zona que, mediante la disminución del impuesto a las ganancias o la responsabilidad social, pueden contribuir.