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En una semana comienza el juicio por el femicidio de Wanda Navarro

► La Fiscalía de Cámara será asumida por quien fue el fiscal instructor de la causa, Guillermo Monti. ► Cuatro imputados enfrentan la más grave de las acusaciones: el homicidio agravado por violencia de género y promesa de recompensa ► Romina Vernola, a su vez, ya purga condena por haber sido hallada culpable de venta de drogas.
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A pocos días de que se cumplan tres años desde la noticia del cruel asesinato de Wanda Abigaíl Navarro, finalmente el juicio tendrá lugar en la Cámara 4ª del Crimen de la ciudad de Córdoba, con jurados populares, desde el próximo miércoles 11 de agosto.

Lo novedoso para esta causa es que la Fiscalía de Cámara quedará en manos del fiscal de Instrucción Guillermo Monti, es decir, del mismo funcionario del Ministerio Público que investigó los hechos y compiló las pruebas desde agosto de 2018.

Aunque el fiscal de esa Cámara es Raúl Gualda, por su condiciones de salud lo venía reemplazando su colega Gustavo Arocena, y Arocena carga con la responsabilidad de su propia Cámara y también de la de Cuarta Nominación. En consecuencia, se le superpone el juicio por el femicidio de Wanda con otras obligaciones y, por ese motivo, el Tribunal decidió que Monti asuma ese rol.

Hay escasos antecedentes de este tipo de trueques, más allá de que en los Tribunales de Jesús María tuvieron lugar algunos juicios ante el Juzgado de Control que presidía el juez Oscar Patat y donde era precisa la labor de la Fiscalía de Instrucción.

Las acusaciones y los acusados

A Romina Vernola se la acusa de haber sido la instigadora del crimen de la menor sin que haya trascendido, hasta ahora, el porqué de esa decisión.

La carátula legal que pesa sobre la mujer es la de presunta autora del delito de homicidio doblemente calificado, por precio o promesa remuneratoria, ensañamiento, alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.

Compartirá banquillo de acusados con Mario Rubén García, Walter Maximiliano Vargas, y Claudio Damián Schmidt, presuntos autores del delito de homicidio calificado por mediar violencia de género.

Pero también se les endilga el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma y por aprovechamiento de la inmadurez de la menor.

Un hecho triste y cruel

La causa se cerró en noviembre de 2020 con la convicción por parte del fiscal de que la adolescente se cruzó con los presuntos matadores sobre la calle 10 de Colonia Caroya y de camino al IPEM 349 Giovanni Bosco, durante la mañana del jueves 23 de agosto de 2018. La niña nunca llegó al colegio y su familia denunció su ausencia apenas pasado el mediodía.

Apareció muerta dos días más tarde, semidesnuda, boca abajo, y tapada por unas cañas en una parte de la extensa Estancia La Florida. Su cuerpo mostraba laceraciones, escoriaciones, cortes y golpes varios.

Una semana más tarde, ya estaban presos los tres hombres mayores de edad e imputados como autores del salvaje ataque. La autopsia no mostró signos de abuso sexual con acceso carnal, hecho que desorientó a los pesquisas.

Al tiempo, y tras declaraciones de testigos, el fiscal decidió imputar a los tres acusados una figura nueva: la del abuso sexual con acceso carnal en forma reiterada y continuada y por aprovechamiento de la inmadurez de la menor.

Y para concluir, ya pasado un largo tiempo de investigación, ensambló una nueva pieza: puso en la escena del crimen a Romina Vernola a la que acusó de haber sido quien le puso precio a la muerte de Wanda, situación que convertía a García, Vargas y Schmidt también en verdugos.