Carlos Borgobello, intendente de Estación General Paz, viene de vivir en forma personal uno de los momentos más dolorosos de su vida: perdió a su hija Dayhana de 28 años por Covid-19. La joven mujer había estado internada primero en el Hospital Vicente Agüero de Jesús María y, cuando se agravó la situación, la trasladaron al sanatorio Caroya donde, finalmente, falleció.
Y no alcanzó siquiera a termina de hacer el luto por la muerte de su hija que decidió volver a su despacho de la intendencia y, desde ese lugar, comenzó a gestionar con empresas locales las ayudas necesarias para adquirir equipamiento que les sirviese a los hospitales para enfrentar mejor la fase de tratamiento de la enfermedad.
En pocos días, juntó alrededor de $ 400 mil y gestionó la compra de 4 cascos de ventilación no invasiva para oxigenación temprana en modo CPAP.
Los mencionados cascos mejoran la oxigenación del paciente y evita potenciales contagios al personal médico y sanitario. Reduce más del 30% la necesidad de entubamiento de los pacientes con COVID-19, y permite usar los respiradores sólo para los casos de mayor gravedad.
Borgobello los encargó a una empresa de Buenos Aires y fue él personalmente en camioneta hasta Río Cuarto a buscarlos. De los cascos, donó tres al Hospital Vicente Agüero y el restante al Sanatorio Caroya.
«Todos estos dolores te dejan alguna experiencia. De inmediato me puse a trabajar. Esas cápsulas (por los cascos) a veces te salvan la vida. Pude comprar cuatro, después de algunos trámites con empresarios de la zona, que pude donar al hospital porque sé del momento que están pasando no sólo los pacientes sino también los profesionales que sufren cuando se les va algún paciente. Trabajamos sobre eso y con más ayudas que recibí pudimos comprar ocho cascos más que también vamos a donar», confió a Radio Jesús María el jefe comunal.
La Municipalidad de General Paz, además, decidió formalizar el préstamos de diez camas con su respectivo tubo de oxígeno para poder ampliar la capacidad en clínica médica.
El director del Hospital Vicente Agüero, Ricardo Zoldano, calificó la actitud del intendente en tres palabras: «Un gesto ejemplar».