A los pocos días de producido el femicidio de Melisa Moyano, el último día de enero de este año, la Fiscalía de Instrucción de Jesús María ya tenía en su poder el informe forense que señalaba que la causa eficiente de muerte de la mujer había sido la asfixia mecánica por estrangulamiento. Se descartó con ese informe, la sospecha de que en el hecho hubiesen mediado golpes o cortaduras.
A la investigación le restan pocos elementos para quedar finalizada, como algunos peritajes de la policía judicial y científica, antes de poder elevar la causa a juicio. Según adelantaron fuentes con acceso a la causa, las pruebas en contra de Luis Pérez, última pareja de Melisa, son contundentes: especialmente porque lo vieron salir de la escena del crimen y porque, intuyen, que al momento en que lo apresaron se estaba dando a la fuga junto con la hija que tuvieron junto a la mujer.
Ahora, el fiscal Guillermo Monti decidió dictarle la prisión preventiva que en los papeles significa que Pérez deberá esperar el juicio privado de su libertad. Al hombre le imputaron homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género.
Vale recordar que el día en que se produjo el luctuoso hecho, la escena del crimen presentaba evidencias de violencia y Pérez había retirado del domicilio ropa de cama y vestimenta de la mujer que, más tarde, fue hallada en su vehículo, camino a Carlos Paz.