AUDIO | María José Seballes, usuaria
Los residentes en localidades del Norte de Córdoba y los trabajadores que desempeñan sus labores en la región, sufren serios problemas a causa de la baja frecuencia de transporte interurbano. Incluso, muchos se han tenido que mudar debido a la imposibilidad de cumplir con los horarios de ingreso a empresas, instituciones e industrias.
«Me tuve que ir a vivir a Dean Funes, porque ninguna empresa tenía el horario que existía antes de la pandemia», señala María José Seballes, una usuaria que hasta hace poco recidía en Jesús María.
El trayecto Jesús María- Dean Funes apenas tiene 6 frecuencias, además, las tres empresas funcionan con horarios similares.
Los reclamos también se extienden a las condiciones de viaje. Muchas unidades van llenas, haciendo imposible cumplir con los protocolos de distancia social que demanda la prevención de la pandemia de la COVID-19. «Van desbordados los colectivos», agrega Seballes.
A ello se agrega la ausencia de conectividad con algunas localidades que han quedado prácticamente aisladas.
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