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Carta abierta a Papá Lionel

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Por Jorge Parodi.

 

Querido Papá Lionel:

Te escribo desde lo más profundo de mi corazón futbolero, palpitante y esperanzado, como todas las TARDES-BUENAS Y NOCHEBUENAS que nos brindás en cada estadio de fútbol que pisas.

Quiero pedirte que sigas haciendo del fútbol el juego más hermoso del mundo.

Que sigas llenando nuestros arbolitos de gambetas, genialidades y goles de colección.

Que con tu magia hagas posible, con una pelota en los pies, lo que para la mayoría de los terrícolas es absolutamente imposible.

Que continues inaugurando emociones y rompiendo records.

Que no pierdas la humildad de los grandes, que te caracteriza.

Que hagas oídos sordos a los que se suben al peñón del exitismo y sólo creen que lo único en el futbol es ganar.

Que sigas sembrando en el mundo, camisetas número 10, del Barsa o de la Selección con la sóla inscripción de tu apellido.

Que en todo el planeta muchos niños encuentren en el arbolito una pelota fútbol (el mejor regalo) y cuando la tengan sueñen en jugar como vos.

Que los que amamos el fútbol cantemos con la música de León Gieco  y aquella letra de los Hinchas de Independiente para Bochini, pero con tu apellido:

“Sólo le pido a Dios, que Messi juegue para siempre, para toda la alegría de la Gente”.

Te pido, Papá Lionel, que sigas jugando a jugar, a sacarle conejos a la pelota, que sigas inventando sueños adentro de una cancha de futbol.

No sé si los futboleros de Argentina nos hemos portado bien con vos, si te hemos reconocido en la  dimensión que merecés.

Pero sabés, querido Papá Lionel, como decía tu amigo Eto’o, no se puede amar al fútbol, sin amar a Messi.

Querido Papá Lionel, no tengo dudas que existis, por más que mis amigos más grandes quieran convencerme de lo contrario.

Y gracias a que existis, por eso te espero, puedo seguir creyendo en el futbol, pese a que hoy está rodeado de violencia, delincuentes y negociados.

Quiero decirte, Santa Claus del futbol, que vos ( disculpá que te tutee) sos la esperanza de un fútbol mejor, que cuando jugás nos reconcilias  con la alegría.

Que cada vez que tocás una pelota, nos corre una electricidad que se conecta al corazón, porque intuimos que algo bueno va a pasar.

Querido Papá Lionel, te espero el 24 a la noche, si queres dejá el trineo y venite con los botines puestos.

Te espero a la medianoche, como te aguardo con la tele prendida en cada partido que jugás, en cualquier lugar del mundo donde estés.

Sé que, como siempre, no me vas a fallar.

¿Sabes por qué? Porque con Papá Lionel Messi en una cancha, TODO EL AÑO ES NAVIDAD.