)
La polémica surge tras el pedido de clubes de separar los partidos de los equipos femeninos del resto de las divisiones (cebollitas, quinta y sexta). Algunos clubes argumentaron que la decisión se debía a los insultos proferidos por las jugadoras, pero desde los equipos se señala un trasfondo de discriminación en este accionar.
Celeste Sosa, Jugadora del Club Agraria, explica que si bien puede generarse tensión e insultos entre jugadoras , de ninguna manera la medida de separar los partidos de las divisiones inferiores contribuye a la aceptación de la mujer en el fútbol y a disminuir el impacto de las groserías en los pequeños.
El malestar se amplió por presuntas declaraciones homofóbicas por parte de uno de los delegados de la liga y otros padres que habrìan afirmado «no querer exponer a sus hijos» a «actos homosexuales en la cancha», en referencia a la orientación sexual de jugadoras de los equipos. Otra de las frases que se habría pronunciado en una de las reuniones sería: «No vamos a permitir que nuestro hijos compartan la cancha con tortilleras».
En las próximas horas jugadoras presentaran comunicados y hasta cartas documentos. «Se están tomando decisiones apresuradas en cuanto a lo que no quieran que se vea en la cancha», indica Sosa.