)
Innumerables problemas se han generado este año en las inmediaciones del Anfiteatro José Hernández, es que después de las 2 de la mañana, la calle Abel Figueroa se plaga de gente que quiere ingresar a la zona de boliches y bailes que se hacen en ese sector. Los vecinos y los turistas ya tratan de evitar pasar por ahí y reclaman que se ha perdido el ambiente familiar.
Peleas permanentes, botellazos, empujones, robos , arrebatos y nada de control policial ni municipal convierten al lugar en una zona caliente, que padecen quienes salen de trabajar del anfiteatro a esa hora o quienes tienen puestos cercanos.
Varias denuncias públicas pueden leerse en estos días en las redes sociales, pues entre las 05:00 y las 06:00 cuando debe realizarse el barrido de público de las calles, se producen nuevas grescas y peleas sin contención que dejan a inocentes en el medio y librados a la buena de Dios.
Será un objetivo para plantearse y cambiar en el futuro festival, qué queremos en las calles, que le damos a los visitantes, qué generamos colocando boliches bailables que inundan con su sonido el mismo Festival y que generan tanto escándalo en los alrededores que terminan con gente herida y varios víctimas de la delincuencia.