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ROBO | Encontró al delincuente en su casa, se fugó y al otro día lo vio en tribunales

Pasó el miércoles entre las 20 y las 21.30 horas. Cuando los dueños de la casa regresaron a su vivienda, encontraron al ladrón adentro. El dueño de la propiedad alcanzó a agarrarlo hasta que el delincuente le gritó: "soltame o te pego un tiro" y se dio a la fuga por los techos. Al día siguiente, la mujer de la casa fue a tribunales y se encontró cara a cara con el delincuente. Quedó detenido.
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El pasado miércoles 28 de Diciembre, entre las 20 y las 21.30 horas, el matrimonio de Hugo «Cuqui» Peralta y la abogada Norma Molina, fue víctima de un hecho delictivo en su vivienda de calle San Juan al 72: un ladrón se metió en su casa y ellos se encontraron con el delincuente cuando todavía estaba dentro de su casa.

El mismo «Cuqui» relata que había salido con su esposa cerca de las 20 horas y que al regresar, una hora y media después, aproximadamente, al intentar abrir la puerta del garaje de su casa, se da con que del lado de adentro había una llave, lo cual lo llevó a pensar que algo malo estaba pasando.

«Y me preparé: seguro me voy a enfrentar con un choro (…) Cuando iba caminando por la mitad del garaje veo que pasa uno -un hombre – por la ventana que da en el pasillo. Salgo corriendo, lo alcanzo desde la ventana y le meto una apretada, hasta que me dice ‘soltame o te pego un tiro'», relata el damnificado, quien al soltarlo, alcanzó a ver el rostro del sujeto.

Tras la amenaza, Peralta no juega con la suerte y decide soltar al delincuente, y salir corriendo a la calle, haciendo caso a los gritos de su mujer que le pedía que saliera de su hogar, advirtiendo el peligro de la situación.

Una vez que se encontraron afuera, alcanzaron a ver cómo el delincuente trepaba por los techos, huyendo con anillos, pulseras, cadenitas, y teniendo que dejar un botín con televisores y una computadora, que había dejado preparado, tropezando con alambres y dándose a la fuga por calle Tucumán.

«La policía demoró unos cuarenta y cinco minutos», dice Peralta, quien vive en pleno centro de la ciudad de Jesús María, a cuadras de la comisaría local: «La policía llegó pasadas las 22 horas», cuenta.

No obstante, la historia no termina ahí: al día siguiente, Norma se dirige a los tribunales de Jesús María y dentro del recinto se encuentra cara a cara con el delincuente, sorprendida por la situación, atina a informar a las autoridades judiciales la presencia del delincuente, resultando éste detenido.

Se trata de un hombre mayor de edad, con domicilio en Salsipuedes, el cual frecuentaba la ciudad de Jesús María para ir al estudio de un abogado penalista que vive cerca del domicilio de Peralta y Molina.