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Vecino de Jesús María denuncia que la Policía le desmanteló el auto

En agosto la Policía de Colonia Caroya secuestró su auto por presunta adulteración. Tres meses después encontró su vehículo desmantelado. Sergio Luna, el damnificado, es responsable del comedor social El Gaby del barrio Sierras y Parques, tardó más de un año y medio para comprar el vehículo y lo utilizaba frecuentemente para su labor solidaria.
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Sergio Luna describe entre lágrimas cómo encontró su vehículo desmantelado, lo más sorprendente es la sitaución en la cual ha dado con esta situación: el automóvil está en guarda policial a la espera de peritajes por una presunta adulteración en el número del capó.

El vehículo había sido adquirido hacía dos años y contaba con la aprobación técnica de funcionarios policiales de la Comisaría de Totoral.

Sin embargo las cosas cambiaron este 2 de agosto, cuando Luna fue detenido,»por el comisario Ibarra», señala.

En ese momento el funcionario policial le indicó que tenía el número de autoparte adulterado al igual que los documentos de la verificación realizados en la reparticiòn policial de Totoral y en consecuencia debía llevar su vehículo a la repartición de Colonia Caroya. Luna dejó el auto allí donde además «le pintaron los dedos» para averiguar sus antecedentes.

Semanas después Sergio Luna recibió la llamada de la Policía debido a las dificultades de los funcionarios para abrir el capó. Primero fue citado a la sede de Colonia Caroya y posteriormente al depósito de Camino a Nintes.

Al llegar al predio su sorpresa no podía ser mayor:

«El auto sin cubierta, sacada las fundas de los asientos y las cuatro llantas, el auto lo habían puesto arriba de ladrillos, (faltaba) la batería, rueda de auxilio (…)»- explica Luna, que además observó el capó abierto.

Luna consultó al responsable del depósito sobre quien causó los daños en el vehículo: «Acá lo dejaron los policías y lo trajeron así… ya venía sin nada, así de la policía», repite Luna.

El damnificado ya inició sus reclamos legales, a los cuales se aguarda una pericia, tanto por la situación inicial (la presunta adulteración de autopartes) como por lo sucedido a posterior.

«¿Cómo podes confiar en la policía de que manera? (…) Laburamos un año y medio con la familia completa para comprar este auto«, señala indignado el damnificado.