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Una vez más, una llamada anónima a un teléfono fijo, en una casa de familia de la ciudad de Jesús María, volvió a levantar sospechas aunque, en esta oportunidad, pasándose de la raya: del tradicional cuento del tío bajo el ardid del pariente que pide dinero a su familia, pasaron a decir que habían secuestrado a una persona.
El episodio se registró el viernes pasado pasado el mediodí, cuando Marta se aprestó a atender el teléfono: «‘Tenemos secuestrada a tu hija», me dijo. Me dio el nombre mío porque salgo en la guía. ‘Le hemos quitado el celular, está en la policía de la Colonia'», le dijeron los malvivientes.
Marta asegura que le dijeron: «la llevamos a Buenos Aires, la secuestramos, allá le sacamos los órganos, todo», asegura que le dijeron para atemorizar a la mujer, al tiempo que le exigían dinero que Marta no tenía.
«Te voy a denunciar, a ella no le vas a hacer nada», asegura haberle dicho Marta a los delincuentes quienes , en palabras de ella, le dijeron: «No, denunciar no. ¿Tenés plata, tenés plata?», de manera temerosa e insistente.
«Me dijeron que le iban a cortar un dedo, que le iban a sacar los órganos, que le quitaron el celular. Pero no, cuando yo le dije que los iba a denunciar, cortaron ellos», dice Marta, quien asegura que todo el tiempo estuvo en diálogo con un hombre y que, advertida por este tipo de ardid, supo qué hacer: cortar el teléfono e informar del episodio.