La consulta al funcionario caroyense se desprende de un estudio publicado por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Conicet, sobre las alteraciones en la salud de los aplicadores de agroquímicos, ya que se elevó la tasa de hospitalización de los mismos.
“La ley está: deberían hacerse un análisis antes y después de cada campaña, cosa que en la realidad muchas veces no se cumple. Es un ejercicio que precisaría cuál es la incidencia, campaña tras campaña, de los efectos en la salud”, señaló el responsable de la cartera de Desarrollo Rural de Colonia Caroya, Ing. Eduardo Angulo.
“Cuando (al productor) se lo ve vestido con los mamelucos, máscaras y guantes, que son exigibles durante la aplicación, genera en el vecino la sospecha de qué se estará aplicando si el fumigador se viste de esa forma. Hay que trabajar en la información general para que la gente sepa que el riesgo potencial más alto la tienen los aplicadores”, agregó Angulo.