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Amo el fútbol, por eso amo a Messi

► Grandes del Deporte: a propósito del cumpleaños de Lio Messi. ► Por Jorge Parodi.
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AUDIO | Jorge Parodi.

El camerunés Samuel Etoó dijo alguna vez, que no se puede amar el fútbol, sin amar a Messi.

Estoy seguro que el sabio ex compañero de Lionel no se equivocó.

A veces me parece que Messi no juega al fútbol.

A veces me da la impresión que, en realidad, el Fútbol y Messi son sinónimos, que son una misma cosa indivisible.

A veces creo a pie juntillas que Lionel Messi ES EL FÚTBOL.

Y cómo siempre amé el fútbol:

Puedo confesar sin ruborizarme que amo a Lionel Messi.

 Lio  Messi  es ese duende travieso que le hace cosquillas a la pelota para que se ría a carcajadas.

Lio Messi es el que seduce a “la Caprichosa” (como dice Quique Wolf) con caricias y besos de botín enamorado.

Messi es el que hace que la pelota se sienta mimada, bien tratada, respetada, por eso vuelve siempre a él.

Messi no  es argentino, ni rosarino, ni catalán, no tiene nacionalidad. Los genios como Lío son patrimonio de la humanidad, Tienen el pasaporte comunitario de todo el planeta tierra.

Messi, es quién preserva mi fe en esta religión sin ateos que es el fútbol, pese a  que hoy está salpicado de violencia, negociados e irracionalidad.

Messi es el mejor tintorero de Maradona en su cruzada para que la pelota no se manche.

Messi es un cable pelado que nos hace vibrar y  saltar  cuando se enchufa.

Messi es el futbolista que nos reconcilia con la alegría de jugar,  cuando muchos nos quieren hacer creer que lo único que importa es ganar.

A Lio Messi, prefiero disfrutarlo, antes que  compararlo con grandes jugadores de este o de cualquier tiempo.

Aunque Messi, también, es el que le obligó a decir a Jorge Valdano: “No quiero comparar a Messi con Maradona, pero Lionel no me ayuda”.

Sinceramente, ni se me ocurre reclamarle que gane una Copa del mundo, con nuestra Selección.

No necesito ese mimo  de onanismo nacionalista y chauvinismo mal entendido, para ser feliz con su juego.

Porque se trata de eso, de ser feliz con un tipo que juega a la pelota como los Dioses, y a veces  mejor que ellos.

Messi en una cancha de fútbol, me da la sensación que todo lo puede, que es la suma de Papá Noel, Superman, Batman y mi Viejo.

Messi, es un cuarto  Rey Mago, vestido de jugador de fútbol, que desmiente a los incrédulos que afirman que los Reyes Magos no existen.

Messi es un asesino serial del área, “con cara de yo no fui”.

Messi es un Chavo del 8 que hace goles hasta casi “sin querer, queriendo”.

Messi es un modesto enano de jardín, que se convierte en gigante cuando nos abruma con su humildad.

Messi es un productor rural, que siembra en fértiles campos con arcos, camisetas azulgranas, con la 10 en la espalda y su nombre impreso, para que las cosechen en los rincones más inimaginables del mundo, con el mejor rindes.

Messi, parafraseando a Serrat, es el que mejor juega, al juego que más nos gusta.

Messi es un mago honesto y transparente que nos muestra todos sus trucos y sin embargo no podemos descubrirlo.

Messi es el que hace los goles  más bellos e increíbles, esos que todos  soñamos convertir en el potrero.

Messi es el único futbolista que me impulsa a tirar al diablo mi credencial de periodista, para gritar un gol suyo y abrazarme al hincha que está guardado dentro mío.

Messi, es la síntesis mejor lograda de la brillante historia del viejo, querido y tantas veces maltratado fútbol argentino.

Messi es la combinación genética del Charro Moreno, Di Stéfano Rojitas, Maradona, Riquelme, Bochini y el Beto Alonso.

Messi es el golazo maradoniano ante Getafe y el enganche que descaderó al enorme Boateng.

Messi es el que suma botines de oro, suficientes como para que un ciempiés no ande descalzo nunca más.

El que hace normal  y corriente romper los records que para el común de los futbolistas de este planeta, es casi una misión imposible

Messi es el personaje que los argentinos discutimos acaloradamente, sólo por opinar, porque sí nomás, a veces sin saber, porque alguien tiene que hacerse cargo de nuestras frustraciones colectivas, porque ese es nuestro deporte más popular y  porque emitir sonidos sin sentido, es una actividad que todavía no está gravada impositivamente

Messi es el crack vigente, que todos los fines de semana juega bien desde hace más de 15 años, el que siempre quiere estar, el que la pide aunque esté marcado, el que elude hasta las lesiones.

Messi es una leyenda viviente de biografía provisoria e incompleta, con algunas páginas doradas por llenar.

Messi es eficacia y belleza, ese milagro que hace coincidir aquello de jugar bien y jugar lindo al mismo tiempo.

Messi es tan maravillosamente simple que termina complicando a sus rivales.

A veces me parece que Messi no juega al fútbol.

A veces me da la impresión que son sinónimos, que son una misma cosa.

A veces creo que Messi ES EL FÚTBOL.

Y cómo siempre amé el fútbol:

Puedo confesar sin ruborizarme, que amo a Lionel Messi.