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Elecciones en Jesús María: «¡Ya tengo el poder!»

* Columna de opinión, Jorge Parodi.
Compartilo con alguien:

El domingo el ciudadano de Jesús María debe sentirse como He Man. En la escuela que sea, con el voto en la mano y con la conciencia de su lado.

Al menos un día cada cuatro años el poder es nuestro, al poder lo tiene el vecino, el poder le corresponde a la gente común.

Por eso, en tiempos de Superheroes y de Avengers me viene la imagen de He Man:

Cada vez que el príncipe Adam tenía la Espada del Poder en alto y proclamaba: ¡Por el poder de Grayskull! ¡Yo tengo el poder!, entonces incorporaba en su cuerpo fabulosos poderes secretos y se transformaba en He-Man «el hombre más poderoso del Universo».

Votar significa eso, la posibilidad de elegir, de ejercer un derecho innegociable..

Un derecho que costó vidas y valoramos como pocos, aquellos que pudimos emerger de los años oscuros de la Dictadura, para vivir en democracia, desde aquellas elecciones de 1983.

Es cierto que nos fue mal. Es verdad que nos quitaron la esperanza y nos vaciaron los bolsillos, es obvio que el país va de degradación en degradación.

Nuestros dirigentes nos mintieron ( y lo siguen haciendo) y nos robaron (ídem) .

Pero vivimos en libertad, tal vez condicionada por la inseguridad y las limitaciones económicas, pero libertad al fin.

Respecto del domingo, la campaña en Jesús María fue pobre en ideas y propuestas. Fue una carrera de enunciados generales y ambiguos. Con candidatos generosos y simpáticos. Con las presiones y los bolsones de la vieja y corrupta política.

Fue una campaña sin ideologías, con el regreso de algunos cadáveres políticos, la irrupción de nueva y buena gente en las listas y el silencio obligado de algún legislador que solo sirve sirve para levantar su mano enyesada y succionar calcetines de un jefe poderoso.

Las listas son bolsas de gatos, donde peronistas, radicales, Kircheristas ,Macristas, son los mismo. Son la versión del Siglo XXI del tango Cambalache.

Solo importa el cargo, el sueldito. Es una cuestión de intereses y no de ideologías.

Fue una campaña sucia desde las redes.

Desde los medios, algunos comunicadores vendieron su alma al diablo y mostraron su reconocido perfil de mercenarios.

Para el ciudadano común fue la campaña de la indiferencia.

Pese a todo y contra todo, revindico el derecho a votar.

Ante este panorama gris , el problema es a quien le entregamos nuestra confianza. Esa es nuestra responsabilidad, nuestro deber, la contracara de nuestro derecho.

Nuestra tarea es informarnos y no votar según la cara o la simpatía del candidato. Ojalá que la opción no sea elegir al menos peor.

De todas manera votar debe seguir siendo una fiesta, una celebración.

El domingo nos devuelven el poder de decisión.

Es el día en el que el montón de los cualquiera, tenemos un instrumento que nos hace valiosos individualmente.

Es el día en que dejas de ser usuario-cliente-número y te convertís en ciudadano.

Es el día en que podemos honrar a una democracia que elegimos como forma de vida , mas allá de sus defectos.

Es el día ,en el que con el voto en la mano, como He Man con su espada, podemos decir: ¡»Yo tengo el poder”!