Llega la época de Festival y surgen esas historias que vale la pena contar. El folklore, la pasión y, sobre todo, la tradición Argentina propiamente dicha. Un enero que se lleva verdaderamente «en la piel».
Adrían Acosta, el tordillo «Sin Fin» y el otro caballo, «al medio» recorrieron más de 1400 kilómetros para llegar a Jesús María. Todo comenzó el 19 de noviembre pasado, en la localidad de General de Madariaga, Provincia de Buenos Aires.
Finalmente, este jueves la meta propuesta fue cumplida. El protagonista de esta historia contó a RADIO JESÚS MARÍA algunos detalles de su viaje:
«Recorrimos entre 40 y 50 Km por día (…) Estoy muy contento por la nobleza de mis caballos, estos caballos se crían en el campo de mi abuelo, yo los domo y los amanso. Con poco se puede, 5 horas en uno y 5 en otro», relató Adrián.
Más allá de que por año este amante de las jineteadas realiza entre 4 0 5 viajes junto a sus caballos, era la primera vez que venía hacía Jesús María y conocía el Festival de Doma y Folklore. Se mostró muy agradecido por las personas que lo ayudaron en el camino y consideró a la experiencia como «única y apasionante».
Adrián manifestó que para hacer este tipo de aventuras, se necesita de un entrenamiento especial, tanto para él como para los animales.
«Si vos lo ves a mis caballos vos decís es mentira que este hombre vino caminando porque están en muy buen estado», agregó.
Una vez arribado en la zona, se dirigió hacia el anfiteatro y se sacó una fotogafía.
«Es una experiencia única no tendría palabras para explicarte lo que siento al haber llegado».
Acosta aseguró que se quedará en Jesús María para vivir todas las jornadas festivaleras, desfilaría en caballo y sostuvo que le encantaría presentarse en la prueba de rienda.
«Lo hago para aportar mi humilde grano de arena por la tradición, con poco se puede», cerró.