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Gustavo Brandán: Un hacedor y un político de raza

Intendente de Colonia Caroya, abogado, esposo y padre. Comenzó a militar cuando era estudiante en la Universidad Nacional de Córdoba. Entró a la Municipalidad siendo Secretario del Concejo Deliberante y luego pasó por distintas áreas para llegar a ser el actual funcionario que dirige la vecina localidad.
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Gustavo Brandán es uno de los hombres más conocidos de la política local. Actualmente es el intendente de Colonia Caroya pero transitó un largo trayecto dentro de ese municipio. Cuenta que cuando empezó a estudiar abogacía surgieron sus intereses por la política y el derecho público.

Brandán pasó toda su infancia y adolescencia en el Lote XI, estudió en dos colegios de Jesús María: Ortiz de Ocampo, primaria, y Domingo Faustino Sarmiento, secundaria.

Si de ideologías políticas hablamos Brandán se considera un peronista neto, más allá de que dentro de su seno familiar había ciertas diferencias marcadas, abuelos maternos radicales y padres «bien peronistas». «Me sorprendió el campo popular, las necesidades de la gente y las reformas que se hicieron. Pero yo era un admirador de Alfonsin y con el tiempo sigo siéndolo» confiesa a Radio Jesús María.

Su acción política en la Municipalidad de Colonia Caroya arrancó como Secretario del Concejo Deliberante en la gestión de Héctor Nanini. Brandán dice que lo llamaron por la experiencia que tenía tras realizar una pasantía en senado. Cuando era empleado en el municipio conoció a su actual esposa con la que formó una familia compuesta por tres niños: Martin, Nicolás y Francisco.

A los 33 años se postuló como intendente pero no alcanzó los votos necesarios. Luego se volvió a postular y ganó por amplia mayoria. Sostiene que la primera vez la gente no lo votó por la falta de confianza en el político joven.

La intendencia, un sueño político

«Creía que era capaz de demostrar lo que era capaz de hacer. Pero hay que demostrar la palabra. Hemos logrado un 50% de lo prometido» , afirma.

Al ser consultado sobre una posible modificación de la carta orgánica para una reelección dijo «Por ahora estoy centrado en la gestión para terminar las cosas. La gente decidirá». Aún así, remarcó que cuatro años son pocos para cumplir con las obras.

«Ser un buen intendente es como ser un buen padre de familia. Saber lo que pasa y estar en contacto con la gente. Por ahí el despacho te lo impide pero hay que recorrer los barrios», manifestó.