La Expo Rural de Jesús María no solo es un espacio de encuentro para el sector ganadero, sino también un escenario donde se reafirma la fuerza de los apellidos históricos que marcaron la vida de la institución. Uno de ellos es Romanutti, ligado desde hace décadas a la Sociedad Rural y a las exposiciones, y que hoy encuentra continuidad en nuevas generaciones.
Soledad Romanutti, representante de Cabaña Don Facundo, participó una vez más de esta edición con una destacada presencia de animales Limousin, raza que describió con emoción:
“Es una raza que yo amo profundamente, tiene una característica carnicera, con un rendimiento del 100% al gancho, muy adaptable a cualquier suelo y clima, lo que la hace verdaderamente federal. En cualquier parte del país sabemos que el Limousín va a andar muy bien”.
Este año, la cabaña llegó con 13 vaquillonas preñadas, 7 toros puros controlados y un ternero puro de pedigree que competirá en pista pero no saldrá a la venta.
Pero más allá de los logros productivos, lo que para Soledad vuelve especial a cada participación es la tradición familiar que se transmite en cada jornada de la Expo:
“No nos podemos olvidar nunca de los que empezaron con esto: mis tíos, mi papá, con una pasión que por suerte la podemos seguir, junto con mis hermanos, mi mamá, mis hijas y mis sobrinos. Es todo un conjunto de emociones muy lindas que se renuevan año a año”.
Así, en cada edición, la familia Romanutti mantiene viva la memoria de quienes abrieron camino en la actividad y reafirma su compromiso con la ganadería, con Jesús María y con la Sociedad Rural. Un legado que se multiplica y se proyecta hacia el futuro.