El mercado inmobiliario en Jesús María y Colonia Caroya atraviesa un momento de reactivación, en sintonía con una tendencia que también se observa a nivel nacional. Un reciente informe del Colegio de Escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reveló que abril fue el mejor de los últimos seis años en cantidad de escrituras, con más de 5.000 operaciones registradas, y 35 meses consecutivos de crecimiento interanual.
A nivel local, operadores del sector coinciden en que durante abril y mayo de 2025 se registró un aumento en la demanda y en la concreción de operaciones en comparación con el mismo período del año pasado. Este repunte se explica por diversos factores: el regreso del crédito hipotecario, la estabilidad del dólar tras la salida del cepo cambiario y un contexto de baja inflación. Todo esto mejora la capacidad de compra de quienes tienen ingresos dolarizados o ahorros en moneda extranjera.
En este escenario, muchas familias consideran que es un buen momento para adquirir una propiedad. El valor de las cuotas hipotecarias resulta competitivo frente a los elevados precios de los alquileres en la región, especialmente en zonas donde la demanda habitacional es alta debido al asentamiento de efectivos de seguridad y nuevas familias.
Además, el alto costo de la construcción en dólares desalienta los proyectos nuevos y orienta a los compradores hacia viviendas ya edificadas, generando un mayor movimiento en el mercado de propiedades usadas. A esto se suma el impacto positivo de una buena campaña agrícola, que históricamente se traduce en una mayor circulación de capital en la región.
Por otro lado, se observa una desaceleración en la actividad constructiva, principalmente por el encarecimiento del metro cuadrado. Hasta que no se estabilicen los costos, esta diferencia entre comprar y construir seguirá inclinando la balanza hacia las operaciones de compraventa.
El acceso al crédito, que estuvo prácticamente inactivo desde los programas Procrear de la década pasada, vuelve a estar presente como una alternativa viable para sectores de clase media, que encuentran en estas condiciones una oportunidad para dejar de alquilar y proyectar la compra de su vivienda.