En nuestra región, los casos de cáncer de piel siguen siendo altos, sobre todo en personas mayores que trabajaron años al sol sin protección. Sin embargo, la concienciación creciente entre las generaciones jóvenes es esperanzadora.
La Dra. Lucía Martínez (MP 36.889), dermatóloga del Centro de Especialidades Orué, conversó con Radio Jesús María sobre los cuidados esenciales para proteger nuestra piel durante el verano y prevenir enfermedades como el cáncer de piel teniendo en cuenta que en nuestra zona contamos con gran presencia de trabajadores de campo y de la construcción.
- Evitar horarios críticos de exposición al sol:
La Dra. Martínez aconseja evitar la exposición entre las 11:00 y las 16:00, cuando la radiación solar es más intensa. Para quienes deben trabajar al aire libre en esos horarios, sugiere: Usar ropa protectora (remera de manga larga, gorros con cubrenuca). Aplicar protector solar de factor 50 o más y renovarlo con frecuencia, especialmente después de sudar o mojarse. - Daños por exposición al sol:
La exposición prolongada al sol genera daños agudos como quemaduras, ampollas y piel enrojecida, y crónicos, que son más graves. Estos últimos incluyen: Daño acumulado en el ADN celular, que puede llevar a la aparición de manchas, queratosis y tumores (benignos o malignos). Aumento de casos de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, el más común.
- Señales de alerta:
Es importante estar atentos a lesiones que: Persistan más de tres meses. Se descamen, no cicatricen o reaparezcan en el mismo lugar. Cambien de tamaño, forma o color. También es fundamental realizar controles dermatológicos anuales para detectar anomalías a tiempo.
- La piel tiene memoria:
El daño solar acumulado durante la vida, incluso desde la infancia, puede manifestarse años después. Por eso, aunque la piel joven parezca resistente, es crucial protegerla desde temprano. - Alimentación y hábitos saludables:
Para prevenir el envejecimiento prematuro y daños en la piel, la Dra. Martínez recomienda evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares simples y hábitos como fumar. Mantener una dieta equilibrada y rica en antioxidantes contribuye a una piel más saludable. - Piel clara, mayor riesgo:
Las personas de piel clara, que se enrojecen fácilmente en lugar de broncearse, tienen menor capacidad natural de protección frente a las radiaciones solares y son más propensas a sufrir daños.
La Dra. Martínez concluye: “Prevenir es clave. Con buenos hábitos y controles regulares podemos reducir significativamente el impacto del sol en nuestra salud”.
Esta información busca generar conciencia y promover hábitos saludables. Si tienes dudas o necesitas un control, consulta con un especialista.