Desde hace diez años Darío se dedica a cuidar viviendas, obras en construcción y eventos. En la tarde de este jueves, cerca de las 19 horas, su hijo de 15 años fue abordado por un hombre y una mujer.
Los motociclistas aprobaron que estaba esperando cruzar desde el semáforo hacia el centro y trataron de robarle el celular. Los ladrones huyeron sin lograr su objetivo.
«Le manotearon el teléfono, le tiraron el celular al piso y él se cayó. No pasó grandes cosas, recibió la ayuda de una mujer que le toco bocina para advertirle», narró.
A partir de esto, decidió que llevará a su hijo cuando lo necesite para estar más tranquilo. Esa misma sensación provocó que más personas soliciten sus servicios.
El año pasado cuidaba una vivienda y en 2023, el número subo a seis. Los fines de semana, suele coordinar un equipo de hasta 15 personas para dar respuesta a los pedidos.
«La mayoría de mis clientes me dan la llave de su casa. Todo depende de la confianza que tengas», contó y dejó en claro la importancia del vínculo con quienes lo contratan.