Desde que comenzó el proyecto de construcción del viaducto sobre la arteria nacional, se implementaron numerosos desvíos por calles cercanas.
Pedro J. Frías fue una de ellas al ser paralela a la ruta. El tránsito cotidiano sumado a los vehículos pesados provocaron que el asfalto comience a romperse velozmente.
Gabriel vive allí y resumió el malestar de los vecinos. Destacó la importancia de la obra en marcha pero también remarcó la necesidad de reparaciones.
«Espero que cuando concluya la obra reparen el pavimento, primero porque es una necesidad y aparte porque ese pavimento fue pagado con el esfuerzo de todos los vecinos», manifestó.