Este lunes, alrededor de las nueve, un hombre ingresó al local encapuchado y simuló ser un cliente más. Al momento de pagar, sacó un arma y apuntó a la trabajadora que lo atendía.
Tras tener un ataque de nervios, comenzó a gritar pidiendo ayuda a sus compañeros en el sector de elaboración. A raíz de esa situación, el ladrón huyó sin llevarse nada.
«No me había sucedido nunca. Hace 25 años que tengo el negocio», relató Víctor.
Medina se mostró sorprendido por el horario elegido ya que desde hace muchos años atienden 24 horas. Contó que su empleada debió ser asistida por el servicio de urgencias y que ahora está de licencia.
Agradeció a la policía por el trabajo y desconoce si hubo novedades en la investigación. El comercio cuenta con cámaras de seguridad que fueron entregadas para la causa.