El 15 de marzo de 1878 arribaron los primeros inmigrantes a la Estancia Jesuítica de Caroya luego de estar unos días previos en Buenos Aires tras el largo viaje en barco.
«La inmigración cambió la dieta, la forma de trabajar y hasta la conformación de las familias”, contó Miguel. Estas familias pasaron a conformar lo que más tarde sería la clase media.
La región de Friuli fue parte de siete países distintos a lo largo del tiempo por lo que había hombres y mujeres que vinieron con nacionalidad austríaca, por ejemplo.
El arribo a estas tierras no pasó desapercibido para quienes habitaban el lugar aquí debido a comenzaron a surgir ciertos inconvenientes, siendo el agua uno de los principales.
Uno de los objetivos de la apertura a la inmigración era la necesidad de contar con mano de obra para generar alimentos para la nueva ganadería
Mientras se realizaba la división de lotes, los recién llegados vivieron un tiempo en la estancia y recibían ayuda del estado a través de bolsones de alimentos.
Cástulo Peña era el jefe político de la época y tenía a su cargo la administración de Jesús María y Colonia Caroya hasta 1918 cuando ambas localidades se separan.
A diferencia de Caroya, Jesús María ya contaba con inmigrantes provenientes de distintos puntos de Europa tales como suizos, españoles y franceses.