Fernando Romero Orellano, jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Hospital de Niños, brinda algunas recomendaciones. Este tipo de otitis, generalmente de origen bacteriano, es una enfermedad prevalente en esta época del año, que se ve favorecida por la humedad en el ambiente, el uso intensivo de piletas y natatorios, y la inmersión en lagos o ríos.
“La mayoría de las veces se produce un dolor en forma permanente en el oído, que puede aumentar al tocar la oreja. No siempre produce fiebre, el dolor es el síntoma principal”, precisó el profesional. Orellano especificó también que la primera medida de prevención es evitar tocar el oído, ya que se puede lastimar el conducto auditivo y, de esa manera, contaminar la zona con mayor facilidad y provocar una infección.
En este sentido, se recomienda no utilizar hisopos ni introducirse ningún objeto punzante, el área puede higienizarse con una toalla o un algodón, usándolo solo en la parte externa. “La limpieza con hisopos o algún elemento físico puede generar micro lesiones dentro del conducto auditivo que favorecen a que se desarrolle esta enfermedad”, precisó el profesional.
Teniendo en cuenta el uso intensivo de piletas y natatorios en esta época del año, se sugiere aplicar después de bañarse dos gotitas de alcohol boricado -de venta libre en farmacias- para asegurarse de secar y desinfectar el oído.
“No se recomienda aplicar ningún tipo de medicación en gotas, ya que en general se trata de antibióticos, que como tales deben ser indicados por profesionales de la salud”, advirtió Orellano. En este sentido, y en caso de sentir dolor o el oído tapado, es importante consultar en un centro de salud.