Vecinos, productores y docentes se manifestaron para pedir a las autoridades provinciales una solución de fondo a uno de los tramos más transitados en la región. El punto de concentración fue el camino que une Vila María de Río Seco y Los Hoyos.
Esa vía pasa por las localidades de Villa María de Río Seco, Los Hoyos, San Pedro, Gutemberg, Barrial y Villa Candelaria. Por allí, transitan diariamente maestros de escuelas rurales, trabajadores de los campos aledaños y habitantes del sector.
Julio Camaño, presidente de CATUR, aseguró que el mal estado es una problemática de varios años provocando que los vecinos se sientan «abandonados y sin respuestas”. El mantenimiento excede a los consorcios camineros ya que manifestó que «los aportes no alcanzan».
Con unas tres maquinarias deben dar respuesta a 300 kilómetros de caminos sumado a los recursos escasos. Camaño contó que cuando hay un desperfecto mecánico, «tienen que hacer malabarismos para comprar los repuestos».
Finalmente, cuestionó al gobierno provincial que con «picardía» anuncian grandes inversiones para las agrupaciones camineras pero que en la práctica, especialmente en «el norte lejano», no se concretan de manera integral.
“Hemos quedado desacoplados de la infraestructura de una provincia que en otros lugares ha forjado grandes desarrollos (…) a este rincón todavía no llega», sostuvo.
«»El gobierno con una gran publicidad nos muestra que ha dotado a los consorcios camineros de ,maquinarias, plata, de millones y en la realidad, nuestro norte de Córdoba no es asi
el consorcio