Oriunda de Rosario, la autora disertó sobre su reciente trabajo que reúne siete años de investigación. Impulsada por una difícil situación personal, halló en la escritura una manera de salir adelante.
Para dar forma a la historia de Manuel, recorrió y dialogó con personal de los patrimonios jesuíticos de Colonia Caroya, Santa Catalina, Jesús María y la Ciudad de Córdoba.
Situada en la época de 1600, el relato cuenta la vida de un niño africano que vivía en las Sierras Chicas porque sus padres habían sido traídos como esclavos desde África. El pequeño nació en la ranchería de la estancia muy cerca de Jesús María y vivió con su familia hasta que murieron. Los jesuitas recibieron a Manuel, lo cuidaron, educaron y evangelizaron.
«Los niños hoy día están atravesando una vulnerabilidad que se puede volver resiliencia si en un futuro tienen la suerte de cruzarse con el arte, la educación y el amor», reflexionó Vivian.