El acto de comer es un momento donde intervienen muchos factores, entre ellos la nutrición pero también forma parte de un intercambio social.
Para poder descubrir si realmente el hambre proviene de las emociones o del deseo genuino, hay algunas características a tener en cuenta:
«El hambre real es algo que se da de forma gradual, es paulatino mientras que el emocional generalmente es de un momento a otro (…) suele tener que ver con algo dulce o con un alimento específico», explicó la especialista.
Las harinas o azúcares son los principales ingredientes de esa falsa sensación. Otro factor a prestar atención es la culpa que viene luego de comer en lugar de una saciedad por varias horas.
La molestia en la boca del estómago es la forma que posee el cuerpo de pedir alimentos cuando el hambre real mientras que en el otro caso, suele manifestarse como «un vacío» en el pecho o garganta.
«Para reeducar el cuerpo, primero tenemos que ser conscientes. Ir haciendo este trabajo de hacerse preguntas, autoevaluarse», explicó.